domingo, 21 de abril de 2013

Confesión

Sonó el timbre, fui abrir supuse que era Blas. Me tranquilicé y era él, era Blas. Lo abracé fuerte como si me hubieran atracado. Nos sentemos en el sofá del comedor, esta asustada. Nos sabía como empezar
-(TN), puedes confiar en mi ¿lo sabes?- Soltó cogiendo me de la mano
-Si, pero tengo miedo a que te asustes y te alejes. Esto nunca se lo he contado a nadie y tengo miedo a perderte.
Me abrazó. Le iba a contar mi secreto.
-Entonces ¿Soy el primero?
-Si, tengo miedo
-Tranquila, si ves que no estas preparada, no me lo cuentes- Dijo tranquilizándome.
-Demos un paseo por el bosque, te lo explicaré todo.
Y así fue. Me acompaño hasta el bosque hacia un día soleado, esto es como la saga Crepúsculo, tener que confesar el secreto a la luz del sol. Solo que yo no soy Edward, pero si soy como él; un monstruo, un ser sobrenatural. Tenia miedo a que Blas se fuera de mi vida. Llegó la hora
-Pues... aquí estamos- Dijo Blas con un tono tranquilizador
No contesté. Me mostré a la luz del sol, quitándome la chaqueta, mostrando una camiseta de tirantes. Blas me vio y se quedó paralizado. Yo estaba brillando.
-Lo que te atrae a mi, es mi olor, mi rostro, no soy yo quien te atraigo
-¿Que.. que eres?
Se quedó mirándome
-No soy humana. Soy otra cosa
-¿Cómo un vampiro?, eres fría, oculta, eres pálida...
-Se podría llamar así  pero soy inofensiva, si fuera salvaje ya te hubiera atacado ¿no crees?
Vino hacia mí dándome un abrazo en señal de que me apoya. Me sentí mejor, mas feliz. Me había quitado un peso de encima. Sonreí.
-Gracias por apoyarme es duro y no quiero que se entere nadie
-¿Y Álvaro?- Preguntó por curiosidad
-Se lo diré mas adelante, lo quiero y si, se va de mi vida no se lo que haría.
Blas sonríe  Volvimos a casa, Blas me acompaño más tranquilo y me alegre. Cuando lleguemos a casa entremos, estuvimos un rato habalndo

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