jueves, 6 de junio de 2013

Apuesta

Blas no sabia nada y quería averiguarlo
-Por favor, dime lo que pasa.
-No se, a mi me ha dicho que os dijera que no vendría ni hoy ni el resto de la semana
-¿Puedo ir a verla?
-Supongo
-Vale, dile a los chicos que me ido a casa
-Vale, yo se lo digo
Blas sonríe y se da la vuelta rumbo a mi casa ¿Por qué era así?
Le quiero. Cuando Blas llamó a la puerta yo me desperté y me levanté
-¿Blas? -Dije adormilada
-El mismo 
-¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar en el instituto?
-Si, pero he dejado las clases para venir a verte
-Gracias Blas, pero creo que no estas haciendo bien
-No estas enferma ¿verdad?
-No solo que no quería ir a clase
-Pero bien estas... ¿no?
-Si
-¿Me puedo quedar contigo?
Asentí y pasó, se sentó en el sofá conmigo y nos pusimos hablar. Derrepente se puso la música de mi cuarto sola. Subí y había una nota al lado de unos cascos. La cogí y la empecé a leer:
"No pararé hasta que te vea muerta, pero primero quiero que sufras, como yo lo hice. Es mi juego y se jugará con mis reglas. Sergio"
Blas la leyó conmigo, me abrazó por detrás  Yo me quedé blanca, no me movía ¿A que se refería? Bajé a la cocina corriendo a por un vaso de agua. Blas se asustó y bajó conmigo. Me subí a la encimera intentado calmarme, pero no podía. Blas me cogió, me abrazó. Me tranquilicé pero aun estaba en estado de shock
-Gracias Blas, lo necesitaba
-Te Quiero, preciosa
En ese momento besé a Blas. Necesitaba volver a besar sus cálidos labios era lo único que me hacia feliz en ese momento... eran ¿especiales?

No hay comentarios:

Publicar un comentario