sábado, 25 de mayo de 2013

Sangre Derramada

Empecé a buscarlo por toda la casa con Blas. Lo empecé a llamar pero no había respuesta ¿Dónde se había metido?
-¡Álvaro...! ¡¿Dónde estas?! -Grité
-Tranquila preciosa, lo encontraremos -Dijo intentado calmarme.
Me dí cuenta de que faltaba un sitio mas por ver. Mi habitación. Subí asustada, corriendo. Cogí la puerta y entré. ahí estaba echado, dormido con mis cascos. ¡Qué susto! Abracé a Blas aliviada. 
En ese momento Álvaro se despertó, empezó a llamarme 
me giré y fui con él. Lo besé con un beso de los de verdad.
-Bueno, yo me voy que os veo bien
-Gracias Blas, te debo una
-No te molestes, no ha sido nada
Sonríe y se marcha. Miré a Álvaro con cara de desesperada, cansada.
-Enana ¿Te pasa algo?
-No, solo que al saber que no estabas me he asustado
-No me iba a ir. Si me voy se acaba mi cuento
Sonreí y lo besé
-Te quiero
Lo volví a besar, pero antes de que mis labios rocen los suyos un sonido nos interrumpió. Estela y Dani entrando por la puerta. Nos levantamos y bajemos. Estaban besándose rumbo al sofá. Álvaro y yo los interrumpimos. Se asustaron
-¿Estais aquí?
-No, estamos en el bosque ¿No te has enterado?
-No sabia que había alguien -Soltó Estela acercándose para abrazarme
Cuando nos separemos Dani nos propuso ir a cenar fuera, todos aceptamos. Mientras Dani llama a los chicos para ver si le apetecen, me llevé a Estela a la cocina
-Estaba preocupada
-Estaba con Dani
-La proxima vez avísame, por favor
-Vale, no te preocupes
La abracé y Dani y Álvaro vinieron diciéndonos que estaban de acuerdo. Al recibir la noticia cogimos la puerta y nos fuimos hacia el restaurante. Pero una voz nos detuvo
-¿Álvaro?
Era la voz de una chica. ¿De qué lo conocía? No giremos y Álvaro estaba sin habla

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